Por si os lo estáis preguntando, en cuanto a la vestimenta había de todo. Desde gente vestida muy elegante, hombres de traje y mujeres de largo, hasta totalmente informal (vaqueros; tampoco hacía calor como para ir en pantalón corto, cosa que por otro lado me habría parecido excesiva...).
La sala
La sala principal (Dvořákova síň) no es tan grande como pueda pensarse por el tamaño exterior del edificio, pero tampoco es pequeña. Tiene un patio de butacas con bastante inclinación en las filas posteriores, así que parecía que pudieran tener buena visibilidad; 8 filas en el anfiteatro en frente del escenario (con algunas butacas sin visibilidad, pero en la web esta claro cuales, y son mas baratas), y 3 filas en los anfiteatros laterales. El edificio es barroco, y decorado en consecuencia; cabe destacar la enorme lámpara central... Además del ropero a la entrada (gratis, admiten propinas), cada planta cuenta con zonas para hacer tiempo, así como bares para tomar algo mientras se espera. No tomamos nada, así que no sabemos como serán los precios, pero en los que nos hemos fijado (en la ópera), no son exagerados; son poco más que cualquier bar, y más baratos que los sitios muy lujosos.
Con licencia Creative Commons |
El concierto
El concierto en si fue espectacular. La primera parte, menos conocida, la sinfonía número 8, "La Inglesa", de Dvorák, que nos llamó la atención por los altibajos y cambios de ritmo que ocurren a menudo, y de repente, no paulatinamente. La segunda parte, sencillamente impresionante. La sinfonía del Nuevo Mundo hay que escucharla para entenderlo. Hubo momentos de poner la piel de gallina, con uno o muy pocos instrumentos tocando con una suavidad increíble, hasta momentos de "estruendo" total (en el buen sentido de la palabra), con prácticamente todos los instrumentos a la vez, sin desafinar ni equivocarse ninguno (que notásemos, que casi siempre hay alguna nota que "suena raro"). Lo único que nos sorprendió, y no sabemos si es normal, es que a uno de los oboes se le oía de cuando en cuando soplar (igual es normal cuando estás cerca, pues es uno de los que teníamos prácticamente debajo). El director, por cierto, fue Christoph Eschenbach, que tiene su propia página web, con sus próximos conciertos entre muchas otras cosas.En cualquier caso, y en resumen, la visita mereció la pena; nos encantaría volver. Habrá que ver si a un concierto de obras que no conozcamos, o esperamos a algo más conocido.
¡Hola!
ResponderEliminarAcabo de instalarme en Praga, y nada, sólo quería comentaros que vuestro blog está muy bien y os animo a que sigáis con él ya que me parece muy interesante la idea (yo también he pensado en crearme uno pero mi pereza es más fuerte que mis pensamientos :-) y más en una ciudad como esta que parece que tiene mucho que ofrecer.
A ver si mejora un poco el tiempo y podemos empezar a disfrutar del verano por Praga!
Un saludo!
Ten paciencia que cuando hace sol este sitio es increíble! Nosotros estamos asustados por las hordas de turistas que al parecer suelen venir en Julio y Agosto, así que aprovecha para ver los más turístico en Junio!!!
ResponderEliminarBienvenido a Praga! :)